Sin ningún dispositivo de seguridad, incumpliendo toda normativa de circulación y poniendo en peligro la integridad de otros conductores y peatones

El alcalde de Soria, Carlos Martínez, se pasea en el techo de un vehículo por las calles de Tardelcuende.

Desde el grupo municipal popular, encontramos vergonzosa la imagen que ha mostrado el edil socialista por las calles de un municipio de la provincia.

Ningún contexto social o festivo, es excusa para transgredir las normas de seguridad y la legalidad vigente en cuanto a circulación. Más si cabe, de un cargo público como es el alcalde de una ciudad, del que se espera un comportamiento responsable y un ejercicio de ejemplaridad.

En otras ocasiones, hemos visto públicamente una imagen del alcalde, poco adecuada para su cargo. Pero en este caso, incumple cuantiosos puntos de la normativa general de circulación. La fotografía se corresponde al lunes 5 de agosto, tomada en Tardelcuende, tras una comida en la que participó una generosa representación de la corporación municipal.

La foto no está captada durante un desfile de carrozas u otro evento regulado dentro de la programación festiva del municipio. Sino que el alcalde y otros miembros de la corporación municipal de Soria, decidieron pasear por el pueblo de esta manera, un lunes por la tarde tras una copiosa comida.

Según relatan varios testigos de la vergonzosa escena, el coche circulaba de forma peligrosa, mientras el alcalde saludaba desde lo alto de un vehículo, claramente diseñado para algún acto carnavalesco y no para su circulación.

Dentro de las funciones de representación y gestión que conlleva el cargo de alcalde, no entendemos la necesidad o afán de protagonismo del señor Carlos Martínez, que parece tener una cierta obsesión por participar en escenas como esta.

De lo que haga en su tiempo libre, lo mínimo que se puede pedir a un cargo público, es que respete la ley. Pero es que, además, si esto lo hace en su “horario laboral”, el señor Martínez, deja serias dudas de su compromiso con el cargo y su capacidad para gobernar.

Tras más de 20 años en el cargo, parece ya haber perdido todo sentido de la responsabilidad y la ejemplaridad que se presume de un alcalde.

Nos preocupa seriamente, la imagen que da a nuestros jóvenes y la sensación de impunidad e inviolabilidad que parece creer tener en toda la provincia.

Un comportamiento irresponsable a todas luces, que no se ajusta a las exigencias de su cargo.

Pedimos a las autoridades competentes que investiguen lo sucedido y que se tomen las medidas legales pertinentes en caso de que existiera prueba de delito contra la seguridad vial o en su caso, que se ponga en conocimiento de la DGT para que se inicie el proceso sancionador correspondiente.